Hoy vengo a hablaros de la ambliopía u ojo vago a propósito de un caso.
Esta es una niña que tuvo ojo vago, fue al médico y le pusieron parche. Después de discusiones y pasarlo bastante mal su vista del ojo malo mejoró. Sus papás le dijeron: “Ves, toda esa rebeldía que tenías, ahora ya ves bien”. Pero esta niña ya sin parche, en el cole no iba bien y era muy torpe. Así que empezaron a llevarla a repaso, de ahí al gabinete psicopedagógico…No entendían con lo buena que era porque no entendía lo que leía. Así que a leerlo otra vez. Con el consecuente enfado de la niña y de los padres, que empezaron a sospechar que su hija era vaga, que esa rebeldía de las peleas del parche seguía ahora, pero en peleas por hacer los deberes.
La niña fue creciendo, aprendiendo a trancas y barrancas, porque claro, era poco atenta, no se concentraba y no leía bien. ¡Con lo que sus padres habían peleado!
De repente, un día en un cumpleaños, mientras los niños jugaban y los padres hablaban apareció un compañero de clase con unas gafas nuevas, pero en un ojo llevaba algo diferente. Una especie de pegatina traslúcida. Ante la mirada extraña de la mamá de nuestra niña, el papá del nene le comentó que su hijo estaba teniendo problemas en el colegio con la lectura, y que gracias a otro papá acudió a un optometrista comportamental. Este detectó que el nene tenía ambliopía y se lo explicó de la siguiente manera:
– “La ambliopía puede manifestarse como que un ojo ve más que otro, aunque le pongamos mucha graduación, pero esto sucede porque el cerebro en algún momento de competencia entre ambos ojos ha decidido que solo uno progrese”. “Esto ha provocado la ambliopía, la cual además hace que tenga malos movimientos de los ojos juntos en la lectura, mala percepción del espacio que nos hace ser más torpes, menos capacidad para enfocar las letras con los dos ojos…” “Así que como la ambliopía va de que los dos ojos no saben trabajar juntos, vamos a ayudarles a que lo consigan de manera conjunta, no dejando nunca a uno tapado, porque entonces la rivalidad siempre existirá.
La mamá de nuestra niña vio reflejada a su hija en todos esos comportamientos…” Ay madre mía, ¡pero mi hija es así! ¡Y ya es mayor para poder ayudarla!”
El papá del nene de gafas le comentó: “No padezcas, eso es un falso mito. A día de hoy la neurociencia ha demostrado que la ambliopía puede tratarse a cualquier edad, nosotros nos hemos enterado ahora del ojo vago de mi hijo y créeme que está mejorando”.
Y así fue como esa niña (ya casi mujercita), llegó a mi centro y pude demostrarle que no era ni torpe ni vaga, solo tenía un problema binocular (de ambos ojos) que se manifestó en uno. A día de hoy lee un montón, es feliz, ha progresado en los estudios y en los deportes. Todo gracias a la información recibida por parte de unos padres que encontraron la clave del problema y a la demostración que de el momento para un buen tratamiento no se pasa a los 8 años.
Si queréis saber más podéis consultar la información en la web sobre ambliopía y otros temas o poneos en contacto con el centro para resolver vuestras dudas. Os dejo unos enlaces también donde médicos han realizado estudios sobre la misma con los nuevos enfoques y tratamientos.
Latest brain research proves Lazy Eye can be treated in older Teens
https://www.jaapos.org/article/S1091-8531(15)00576-5/pdf
Libertad Novejarque Romero
Óptico-Optometrista Colegiado 17345
Desarrollo mi profesión en Visión de Libertad, aquí he podido especializarme en las evaluaciones completas y la terapia visual
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