Este fin de semana, como muchos de vosotros sabéis he asistido a las II Jornadas Científicas que organiza la asociación TDAH+16, las cuales estaban enfocadas a este trastorno, el del TDAH. Y os preguntareis que hace una optometrista que ve ojos en una de estas jornadas y qué relación tiene con la visión.

Lo primero y más importante es la necesidad de entender a aquellas personas que sufren y están diagnosticados de dicho trastorno. En mi consulta recibo muchos tipos de pacientes, y como ya comenté en otro Blog, he llegado a la conclusión de que Yo debo adaptarme a ellos, a su situación a su manera de entender el mundo, para, desde esa perspectiva saber cómo puedo ayudarles, cuáles son sus metas, sus necesidades inmediatas.

Lo segundo, el aprendizaje. No entiendo una vida sin formación, sin la curiosidad de conocer más, de aprender más de cualquier ámbito, porque desde el conocimiento es desde donde uno se puede hacer una opinión, saber si es interesante o no, si debo cambiar mi manera de pensar, de entender.

Tercero, relacionado con lo segundo. Hay que aprovechar estas oportunidades, en las que diversos especialistas ponen sobre la mesa sus conocimientos, sus puntos de vista, su protocolo de actuación…

Y por eso estaba yo por ahí…

Gracias a Javier Estévez Rodríguez (Psicólogo especialista en TDAH), pude entender el significado de palabras que comúnmente usamos pero que creo que algunos no tenemos del todo claras. Estas son:

–Síndrome: conjunto de signos y síntomas que metemos en un cajón. Todas aquellas personas que los padezcan padecen ese síndrome. Los síndromes no suelen tener un origen conocido, claro.

– Enfermedad: genera un daño de forma autónoma. Cuando un síndrome provoca daño físico al sistema se convierte en enfermedad.

–Trastorno: desadaptación de un individuo a un medio. Si la sociedad varía el trastorno, puede cambiar. Es decir, los trastornos dependen de la adaptación al medio.

Así pues, sabiendo que hay una desadaptación, podemos ayudar a crear un ambiente más adaptado, pero esto no se consigue solo con cosas bonitas. La actitud de los que estamos alrededor, debe cambiar para poder ayudar en la adaptación. ¿Y cómo?

-Borrando las creencias previas, los prejuicios.

-Cambiando el mensaje transmisor para desarrollar una capacidad determinada

-Reforzando el esfuerzo y la intención

-Controlando los mensajes negativos

-Y los positivos, mientras exista un compañero” muy listo”, habrá uno “muy tonto”

-Control en el uso de los verbos SER, ESTAR y TENER

Escuchando a todos los ponentes, una de las primeras cosas que me quedó bastante clara es que el TDAH, es un trastorno del neurodesarrollo, lo que no me quedó muy claro es si existen procedimientos para saber en qué punto del neurodesarrollo se produce el trastorno, la desadaptación al medio.

Hasta los 6 años de edad no se puede hacer un diagnóstico clínico de TDAH, como explicaron profesionales como Luis Abad (neuropsicólogo), Dr. Fernando Mulas (Neuropediatra) o Sonia San Segundo (maestra de PT), pero hay niños que presentan signos que son muy notorios y se debe actuar de manera preventiva. En un niño prematuro, los déficits cognitivos que pueden presentarse son de una prevalencia alta. Los trastornos del neurodesarrollo tienen un fuerte componente relacionado con la prematuridad. No voy a entrar en cuestiones de neurotransmisores, pero en la ponencia del doctor Mulas, la verdad, es uno de los aspectos que más me gustó. Aunque vuelvo a repetir lo mismo, no se profundizó en los factores que pueden dar lugar a ese trastorno, para poder trabajar desde ese punto.

El TDAH además es un trastorno camaleónico, según comentó Sonia San Segundo. Hay manifestaciones que van cambiando según las exigencias. Las personas con este trastorno suelen presentar problemas en el lenguaje, en la pragmática, pueden no parar de hablar y nada tener sentido, la coherencia del lenguaje no está bien pautada. Presentan también problemas en la comprensión lectora, así como muy poco control en las funciones ejecutivas.

Aquí me gustaría hacer una reflexión. El cerebro ejecutivo según tengo entendido es la parte que más tarde madura, sin embargo, se observan signos de TDAH ya en niños de 3 años. ¿No habrá otras partes del cerebro de más bajo nivel que no estén bien programadas y repercutan en las funciones ejecutivas? ¿No se debería trabajar también de abajo hacia arriba? Es solo una percepción de una mente inquieta, pero es mi manera de entender a los niños. El trabajo debe ser tanto Top-Down como Down-Top.

Ana Miranda, catedrática de la Universidad de Psicología hizo un comentario clave, que creo que muchas personas no tienen en cuenta: “Los psicoestimulantes NO enseñan, pero capacitan para la enseñanza, porque se reduce la sintomatología. Por tanto, debe haber una labor educativa, ya que la medicación no enseña”.

De la misma manera, no se está invirtiendo los recursos económicos suficientes en las escuelas tanto de infantil y primaria como en las superiores, y las personas que requieren de atenciones más específicas están sufriendo ante ese “abandono”. La Conselleria de Educación (en la Comunidad Valenciana) ha creado guías de actuación para el TDAH y otros trastornos del neurodesarrollo, pero esto no es suficiente. Hacen falta sistematización, recursos personales en cada centro, para modificar esa desadaptación lo más rápidamente posible y encontrar el equilibrio.

La verdad es que al final me he alargado quizás un poco más de la cuenta, pero es que las pinceladas lo merecían. Me llevo una sensación positiva, de trabajo en equipo, de la importancia, tanto de la detección como de la actuación temprana. El TDAH, está ahí, debemos trabajar todos para mejorar las condiciones de aquellos que en su neurodesarrollo han tenido trabas. Y al igual que con este trastorno, debemos hacer lo mismo con niños diagnosticados de otros trastornos o síndromes que no lo están pasando nada bien. A mi consulta de optometría llegan niños con diferentes disfunciones visuales, algunos de ellos tienen diagnosticado un síndrome o un trastorno y tienen problemas visuales. Las habilidades visuales son interdependientes del desarrollo motor y sensorial del bebé, por eso un fallo en el neurodesarrollo puede y de hecho afecta a la visión.  Yo me encargo de intentar mejorar los problemas visuales, no de mejorar ni el síndrome ni el trastorno, y es por ello que debo conocer cuáles son las causas, cómo son sus comportamientos, de qué manera puedo facilitarles el aprendizaje visual, y ese es el motivo por el que una Optometrista andaba por las Jornadas Científicas del TDAH.

Libertad Novejarque Óptico-optometrista inquieta.

P.D. Si habéis llegado hasta aquí, gracias. Agradecería vuestros comentarios para poder tener más puntos de vista.

Libertad Novejarque Romero

Óptico-Optometrista Colegiado 17345

Desarrollo mi profesión en Visión de Libertad, aquí he podido especializarme en las evaluaciones completas y la terapia visual